
Es fácil apreciar que se trata de un ciclo de mejora continua, donde se empieza por conocer el medio ambiente de la organización (aire, suelo, recursos, flora, personas, etc.) y se continua siempre hacia adelante para minimizar el impacto negativo de la empresa en el medio ambiente, además de cumplir con los requisitos que la ley exige.
El Sistema de Gestión Ambiental que se implanta en la empresa con esta norma sirve para varias cosas. Para empezar, se establecen políticas internas, de forma que hay cambios para bien en las estructuras, en los procesos, en la gestión y aprovechamiento de los recursos naturales, etc. También porque es una forma de tener seguridad de que se esta haciendo correctamente un trabajo: la norma se creé con el trabajo de 207 técnicos con amplios conocimientos del ámbito medioambiental.
Finalmente, la norma ayuda a tener un lenguaje común en temas medioambientales y resulta una excelente ayuda para la imagen de las empresas y su apertura a los mercados internacionales.